Nos dirigimos a todos los compañeros y compañeras que honestamente luchan cada día en defensa de la Memoria Histórica para denunciar, otra vez, las intenciones de algún que otro colectivo en vender algo que no es
El pasado mes de abril nosotros editamos un documento (animamos a los compañeros a leerlo) a través del cual explicábamos, de forma científica y con un análisis serio sin transmitir una novela rosa, la situación real en la que vivió la familia Leret. Ese documento lo expusimos en el Congreso de Víctimas del Franquismo y quedó constatado, con pruebas incluídas, la manipulación que había. No solamente con Virgilio Leret, las denuncias se extendieron por parte de familiares de una de las Trece Rosas y otras tantas familias que han visto como los hechos que marcaron a la clase obrera española eran tergiversados.
Destapamos el oportunismo de la hija de Virgilio que, tal como probamos, pide aquí una republica de trabajadores cuando en su país, Venezuela, se opone a dicha republica de trabajadores. ¿Acaso no es una contradicción?
Pensamos que esto no ocurre por azar. Pensamos que esto ocurre por un fallo en la cuestión política que ha de subsanarse. Al reivindicar la Memoria Histórica no sólo reivindicamos las experiencias vividas y el reconocimiento personal de nuestros familiares; sino también recuperar los métodos de lucha y las ideas que determinaron la revolución española. No es casualidad que la burguesía española, a diferencia de otros países como Argentina, estén bloqueando constantemente el reconocimiento a los republicanos y la justicia. Saben de sobra que un reconocimiento oficial a los republicanos implicaría un reconocimiento oficial a una revolución proletaria.
Todo el mundo se ha preocupado de la situación personal de Virgilio (aunque fueran inciertas las informaciones y no contara con el resto de la familia) pero poco sobre las ideas revolucionarias de Virgilio. Y con ellas no me refiero al motor solamente. Me refiero a las lecciones que se pueden sacar de sus acciones y pensamiento.
Muchos se asustan con esta idea ya que afectarían a su plan de futuro. AENA precisamente no es la beneficiencia. Es una empresa que, ante la inminencia de que se privatice, se prepara para entrar con fuerza en el mercado. No es casualidad que en periódicos como El Economista, que nunca han sacado a ningún republicano fusilado apareciera el anuncio del documental “El caballero del Azul”. ¡Limpian la imagen de AENA con una colaboración absurda! Lo peor del asunto es que hay algunos que lo permiten. Es curioso como algunos autores hablaban de “un personaje atractivo”(¿?). Ningún personaje histórico es “atractivo” en la historia ¡o jugaron un papel u otro!¡O jugaron un papel progresista o un papel reaccionario!.
Nos han acusado, en diversos foros, de ser los herederos de los franquistas. Carlos Leret Úbeda, tal como hemos ido demostrando, estuvo en el bando republicano y condenado por permanecer en él junto a sus hijos. Los hermanos de Virgilio estuvieron afiliados a partidos de izquierda y lucharon por la revolución. Los nietos de Carlos Leret Úbeda lucharon contra el franquismo.
Por ello nosotros bebemos del método científico de análisis y los métodos democráticos. Los hemos utilizado en el I Congreso de Víctimas del Franquismo, en nuestro blog, en la calle y en los foros de discusión. El día de la presentación del libro en la cafetería La Marabunta de Madrid, acudimos con una resolución y nos sorprendió el método antidemocrático que se aplicó, llegando el autor del mismo a decir “esto es una propaganda panfletaria” y, acto seguido, rompiónuestra resolución. ¿Quién es el fascista? ¿Carlos Leret Ubeda, oficial republicano que luchó en defensa de la República, o Antonio Cruz González que con su sentido del orgullo herido rompe los panfletos y utiliza términos de la burocracia o del mismo fascismo? ¿Acaso esto no es un ataque contra otros represaliados del franquismo?
También denunciamos los métodos de algunos colectivos contra nosotros. En cada una de las críticas y afirmaciones hemos ido de frente, ante la clase obrera en general, firmando nuestros escritos; identificándonos; con la suerte de ser apoyados o criticados. Pero el Viejo Topo ha olvidado, como ya dijimos en su momento, toda metodología que caracteriza a la clase obrera. Ha realizado un escrito dirigido únicamente a sus lectores y con un análisis, hay que decirlo, poco científico y demasiado artificial del asunto.
Nosotros no fuimos quienes creamos la polémica. No la pudimos crear ¡estábamos bajo el régimen franquista! Fue Carlota O’Neill quien la creó con su famoso libro y su famoso cuento.
Tampoco es cierto que ella tuviera todas las copias. A cada uno de los hermanos se les dio una copia del original. La cual guardamos, incluso después de la victoria de los fascistas.
Aún seguimos investigando algunas cuestiones más, pero ya adelantamos que habrá muchas sorpresas a lo largo de este año en torno a los Leret.
Creemos que este nuevo escrito de El Viejo Topo es una forma de excusarse ante la cantidad de errores que una editorial de este tipo no puede permitirse, pero que se permeabiliza por la política llevada por este grupo.
Tendremos que seguir discutiendo qué lecciones podemos sacar de toda esta situación. La necesidad de que nuestras reivindicaciones se lleven a cabo, en estos momentos precisamente difíciles, es fundamental. Basarse en el movimiento obrero, con la fuerza de movilización que tiene, va a ser fundamental.
Por nuestra parte, ante algunas propuestas recogidas, decimos lo siguiente:
1) Nuestra intención en toda esta discusión, a parte de defender la verdad frente a la mentira, es elevar una discusión dentro de las asociaciones de Memoria Histórica. La cita a ciertos autores y a grupos no surge de la nada, surge de las actuaciones y hechos de los mismos. Los errores se pueden solventar si se rectifica, pero no se está haciendo. En el caso de los grupos no acusamos a aquellos que forman parte del mismo si no a quienes lo dirigen.
2 )Bastantes compañeros que consideramos honestos nos han propuesto entregar información para que se rectifique el libro de Antonio Cruz. El problema no se solventará dando datos, si no haciendo una modificación en profundidad. Por lo tanto exigimos la retirada de circulación del libro con un perdón público dado, no por la página web, si no mediante asambleas de Memoria Histórica donde además del dar el perdón, se debata el por qué se ha llegado a esta situación.
3) El problema no es simplemente de Antonio Cruz. Carlota O’Neill o Carlota Leret O’Neill aún no ha dado explicaciones acerca de bastantes tergiversaciones que ha estado difundiendo, no sólo en España, sino también en Latinoamérica. También exigiremos, en su momento, una retirada total del libro.
4) Llamamos a todos los compañeros a apoyar a los trabajadores de AENA contra los recortes y ERE’s que plantean. La alternativa es la expropiación de AENA bajo control de los trabajadores y la redistribución de los puestos de trabajo. Hay aeropuertos con menos demanda en los que no se necesitan tantos trabajadores y, en aquellos con más demanda, faltan trabajadores. Eso no es culpa de la clase obrera que no controlan los aeropuertos, es culpa de la mala gestión de los jefes de AENA y de la desorganización propia del sistema capitalista. AENA, si en vez de organizarse como una empresa con directores y gerentes se organizara en democracia proletaria, generaría más ingresos para el Estado y podría mejorar las condiciones de los trabajadores.
5) Hay que aprender los métodos de organización y lucha de la clase obrera en los años 30 y 70 para organizar, aprendiendo de las mejores experiencias y trasladando al contexto actual, la lucha contra los recortes.
6) Hay que fomentar la autofinanciación dentro de las asociaciones de Memoria Histórica. Loterías, bonos, camisetas, etc... han de servir de base a la financiación de nuestras organizaciones. ¡Abajo el gobierno franquista del PP! Apoyemos la Huelga General del 14N contra los recortes. Apelar a las direcciones sindicales a que convoquen una Huelga General de 48h y que continúe la lucha hasta tirar al gobierno del PP y llevar a cabo nuestras reivindicaciones incluyendo, junto a las de Memoria Histórica, las económicas y políticas.
Manuel Rodriguez Leret, Ascensión Leret Verdú y Xosé Estévez Leret