La Guerra Civil significó lucha entre dos grupos irreconciliables. Los que ostentaban el poder que se posicionaron, por simple interés, con el llamado bando nacional y los que buscaban un mundo mejor que se posicionaron con el bando republicano.
Tras la victoria de los primeros las mentiras y calumnias, que se vertieron con el único fin de desacreditar los avances que luego socavaron los nacionales , fueron pregonadas mientras que se recordaba a sus muertos.
Con la Transición se vio como se dejó de lado todo el proceso de recuperación de la Memoria Histórica para que, de igual forma, se dejase de lado cualquier tipo de conflicto entre unos y otros. Mientras que unos seguían sin ser juzgados, otros seguían siendo juzgados por las mentiras aún después de muertos.
En 2006, con el motivo del 70 aniversario de la Guerra Civil, el movimiento de recuperación de la Memoria Histórica se reavivó. Hasta tal punto que apareció la esquela de Virgilio Leret en El País y se formalizó la Ley de Memoria Histórica. Esta ley, insuficiente como lo ha demostrado el proceso abierto contra Garzón, no va a ayudar a nuestras espectativas. De hecho, a raiz de las investigaciones del Juez Garzón, se ha visto como esta ley más que ayudar dificulta la acción de la justicia contra el franquismo.
Pero las mentiras no sólo han llegado por parte de los franquistas. Ciertos sectores que en su día se beneficiaron con la publicación de escritos sobre la guerra con falsificación incluída, se han hecho hueco entre los verdaderos actores. Ese es el caso de Carlota O´Neill cuya narración descalifica, injustificadamente, a varios miembros de los Leret.
Todas las mentiras habidas y por haber han sido creídas por ciertos sectores de la izquierda. La actuación de Carlota Leret fue por dos cauces: el libro publicado en España y la participación en todas las campañas que ha habido con la Memoria Histórica aprovechando que es hija de Virgilio Leret.
A partir del momento en que nos dedicamos a contestar dichas difamaciones a través de artículos y documentos enviados al Congreso de los Diputados, conseguimos parar algunos ataques. Ahora el bisabuelo Carlos Leret Úbeda es "severo" mientras que antes lo tildaban de "fascista". Precisamente por esta razón no paramos y queremos ir más lejos: constituir una asociación en la cual no sólo defender la memoria de Virgilio Leret Ruiz sino también la de Carlos Leret Úbeda, Gabriel Leret Ruiz, la de Guillermo Leret Ruiz y la de todos los republicanos antifascistas que lucharon contra la opresión. Queremos luchar de una forma noble, consecuente y sin manipulaciones y oportunismos de ningún tipo.
Estamos trabajando en esta línea creando páginas web y blogs de difusión para alcanzar al mayor número de personas. Luego, cuando veamos que somos suficientes, tendremos la asociación. Y de ahí al reconocimiento real de los republicanos que lucharon en la guerra civil.
Manuel Rodriguez Leret